Pachamama y
Pachakamak juntaron las fuerzas del universo para crear un mensajero segrado.
El Taita Sol, la Mama Luna, los ríos, los árboles, vientos y estrellas,
juntaron sus poderes para este fin. Taita Cotopaxi y Mama Tungurahua llenaron el
cielo con lava y ceniza, mientras que los sabios hicieron ceramonias con fuego
y música. En medio de la lluvia y los rayos apareció un huevo del cual salió el
hijo que ellos estaban anhelando : el cóndor. Su propósito y deber sería
el de mantener a la gente y a los dioses comunicados y conectados.
Fragmento de
une leyenda Quichua.
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